miércoles, 18 de julio de 2012

Y al que no le guste, que no mire.

Enseñale la lengua a los complejos es una buena forma de darle un portazo en las narices al miedo. La mayoria de las dudas sobre nosotros mismos vienen de la gratuita opinión que dan los demás.
No aguanto más que me digan si hago o no lo correcto, prefiero la espontaneidad, el ser yo misma e improvisar.
Paso de vivir más con la presión de agradar a todo el mundo, es sencillo, a quien no le guste que no mire.

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